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Propósito de vida

Parece tan trivial pensar en un sentido para la vida, tenemos muchos años de escuchar y saber de este tipo de necesidades vitales, como parte del conocimiento generalizado de las personas. Tener un propósito de vida suena muy elemental, sin embargo la realidad en la que vivimos, nos pone en la inmediatez, en lo poco relevante; vivimos una vida acelerada, sobre estimulados por las redes sociales, por las multitareas ya sea en el trabajo o en la vida familiar y personal, donde lo importante no es tener un sentido de vida, que nos guie, nos motive y nos marque un norte hacia dónde dirigir diariamente nuestros esfuerzos. En su lugar buscamos los “likes”, quizá un poco de fama, y el consumo desmedido por el simple hecho de poseer bienes materiales, cuyo efecto satisfactorio es sumamente volátil y que nos han hecho creer que esa es la forma de ser feliz. Vivir acelerados y con focos múltiples de atención, nos llevan sin remedio a una vida sin propósito, estresados, depresivos y/o ansiosos, enfermos, que efectivamente es lo contrario de lo que la humanidad siempre ha buscado,  el sentido de la vida que lo guie hacia una mayor  felicidad.

Propósito de vida

Propósito primario, estar conectados con nuestro interior, hacer las paces con nosotros mismos, con nuestro equilibrio emocional, con aceptación.

El propósito secundario es con el medio externo, no es precisamente la forma acelerada en que vivimos,  y lo mencionado en el párrafo anterior, no es sobre el futuro, está basado en el presente, hacer nuestro mejor esfuerzo en la etapa actual, sacar nuestra mejor versión. Si trasladamos el propósito solo al futuro, esto podría generarnos mucha ansiedad. El futuro es la guía, es la hoja de ruta, pero la realidad se vive diariamente, la felicidad no es un resultado, es la consecuencia de los logros diarios de ese camino trazado, que se vive plenamente día a día.

El Quijote le dijo a Sancho, “recuerda que la felicidad está en el sendero no en la posada”.

Una forma de buscar este propósito es mirar realmente hacia adentro de nosotros, conocer nuestras fortalezas, (cuestionario para conocerlas en authentichappiness.org) con el uso de ellas podremos realizar de manera constante nuestros objetivos. Buscar la conciencia plena, (mindfulness) como un cambio en la forma de vida. Cultivar diariamente esa atención, ese estar presente siempre, nos llevará a desarrollar una consciencia total de nuestra vida diaria, y ahí podemos valorar si realmente vamos en el camino del sentido que le queremos dar a nuestra vida.

Le preguntaron a un maestro sobre qué es el propósito de vida, y la respuesta fue, “sea lo que sea que haces en este momento, que sea con toda tu atención, y devoción.”

El sistema que se usa para la planeación y norte de las empresas, igual nos sirve para nuestro propósito de vida, Visión, responde la pregunta por qué, esa respuesta nos da el rumbo, el sentido. El cómo, nos da la orientación con los objetivos que planteamos cumplir en un determinado tiempo. Hacer este tipo de ejercicio y plasmarlo como un propósito personal nos dará orientación y la posibilidad de medir diariamente si vamos en la ruta trazada.

Escriba su propósito, sencillo, cortito, de manera que pueda realmente prestarle atención total; cuatro aspectos a enfocar en mi visión, yo, mi familia, mi trabajo y mi participación en la sociedad, en ese orden de prioridades. Después escriba los objetivos de cada uno de los cuatro enfoques de su visión. Entre todos no deben ser muchos objetivos. Y mídalos diariamente, y una vez al año haga una revisión de lo hecho. Si es necesario, plantee ese sentido de la vida nuevamente.

Valora la vida una vez al año. Si descubres que no das el peso, cambia de vida. Seguramente descubrirás que la solución está en tus manos”. Robertson Davies.

Tu mejor versión. (Cómo hacer que te pasen cosas buenas en la vida. Marian Rojas).

Todos somos el resultado de lo que decidimos diariamente. Siempre estas decisiones condicionan la calidad buena o mala de la vida.

Tu mejor versión, (TMV)= (conocimientos + voluntad + propósito de vida)* pasión.

Como toda ecuación…

Si fallan los conocimientos…  nada es más peligroso que un tonto motivado y con ganas…

Si falla la voluntad… empieza con ilusión y conocimiento, pero se pagará en poco tiempo.

Si falla el propósito de vida… se convierte en un esclavo de la inmediatez y la gratificación instantánea.

Si falla la pasión… no será líder, no brillarás y no tendrás un envejecimiento saludable.

Las horas que se pierden en las redes sociales o en el televisor, no aportan nada positivo al sentido de la vida que te hayas trazado. Sal a la calle, come sano, haz ejercicio, lea libros de tu gusto, etc, son potentes antidepresivos y ansiolíticos.

Una voluntad a prueba de balas nos va a conducir hacia la mejor versión de ti mismo.

Y el propósito de vida es clave en esta ecuación, decía Séneca, “no existe viento favorable para quien no sabe adonde va”.

La pasión es el multiplicador de lo que hacemos diariamente, con atención plena, con aceptación. Hay que dedicarle más tiempo a aquellas cosas que nos hacen felices.

En estos tiempos de pandemia en que vivimos, que son excepcionales, una forma de enfrentar esta difícil situación mundial, es precisamente volcar la atención hacia nosotros mismos, y revisar o gestionar nuestro propósito de vida, sacar nuestra mejor versión de uno mismo; requiere empeño, constancia y dedicación, pero los resultados serán por mucho, diariamente, mejores que los que quizá tengas en este momento de la vida. Atrévase a ser feliz.

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