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Mindfulness en la práctica

Con demasiada frecuencia, no pensamos ni vivimos en el presente, por estar muy ocupados o preocupados más bien, pensando en lo que se va a necesitar hacer mañana, o en lo que sucedió o no ayer.

La mente es como un monito hiperactivo, parlotea todo el tiempo, nos genera como 30 mil pensamientos diarios, más o menos. Los pensamientos no son ningún problema, es una cualidad de nuestro cerebro, recordar lo pasado, a fin de aprender de lo hecho y de reflexionar sobre los buenos tiempos. Pero igual lo hacemos para los recuerdos y tiempos que no fueron tan buenos. Otra cualidad de los humanos es poder estar proyectando lo que aún no llega, la mente es capaz de pensar el futuro y esperar con ilusión los próximos acontecimientos, tenemos un cerebro que proyecta nuestra vida, y eso hace una gran diferencia positiva, el asunto es cuando eso que no ha sucedido no lo logramos moderar o controlar y se puede volver ansiedad crónica. O quedarnos anclados en el pasado y con el riesgo de volvernos depresivos crónicos por lo que ya no existe, ya pasó.

El mindfulness, (conciencia plena), ayuda a mantener una relación más sana con la forma de pensar, permite estar más claros dónde estamos, estar en el presente, en el ahora, y poder advertir donde hemos estado, sin aferrarse a ello, y hacia dónde nos dirigimos con nuestra capacidad de anticipación.

Es muy fácil malgastar el presente,  perderse lo que está sucediendo en el único momento que realmente existe, el presente.

“El hábito es como un cable, vamos trenzando un hebra cada día, hasta que ya no podemos romperlo”. Horace Mann.

“Lo difícil debe llegar a ser un hábito. El hábito debe llegar a ser fácil. Lo fácil debe llegar a ser maravilloso” Doug Henning.

¿Cómo se puede lograr estar en el presente?, y dejar de vivir prisioneros del pasado o del futuro, de realmente tomar consciencia de nuestra vida y gobernarla, viviendo en el presente, haciendo de la práctica del mindfulness un hábito, con una práctica asidua, hasta que se convierte en un hábito, en una forma de vida.

Algunos “tips” para recordar hacer la práctica del mindfulness:

  • Programa alarma en el celular con un tono relajante, en diferentes momentos del día, con tiempos variables según las posibilidades. Descargar en el celular la aplicación mindfulness bell es una opción de recordatorio que se programa.
  • Pegar una nota en el cuarto del baño, “practicar el mindfulness”.
  • Hacer cosas de distinta manera para obtener resultados distintos. Por ejemplo el regreso a la casa no siempre hacerlo por la misma vía y de la misma forma; si frecuenta reuniones, no siempre sentarse en el mismo sitio; al decidir la vestida diaria, no siempre hacer las combinaciones con las mismas prendas y colores, etc.
  • Fijar una cita con uno mismo en un momento del día para practicar el mindfulness, como dar un corto paseo, una caminata cortita, incluso dentro de la oficina o alrededores, trate de ser consciente del acto de caminar, las sensaciones del cuerpo;  comer o tomar té o café en silencio, buscando unos momentos de yo con yo.
  • Practicar mindfulness cada vez que abra una puerta, prestar atención a ese momento solamente, observar la mano abriendo la puerta, abrir la puerta pausadamente, prestando atención al proceso, sentir el peso y si abre fácilmente, ver con atención lo nuevo que aparece al abrirla.

Hay muchas cosas más que puedes hacer diariamente para fomentar el hábito de atención plena al presente que estás viviendo, recuerde, los hábitos se logran por la repetición, y cambiar la forma de enfrentar el día a día, es posible, mediante el logro del hábito de la práctica del mindfulness.

Como todo en la vida, es un asunto de una decisión personal, tener la convicción y la constancia de querer hacerlo.

Atrévase.

Gestión de emociones, charla parcial.
Economía, sociedad y felicidad