Gestión de emociones

Liderazgo y la inteligencia emocional.

Liderazgo y la inteligencia emocional.

Liderazgo es el conjunto de habilidades directivas que una persona tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, logrando que el equipo haga sus tareas con entusiasmo para el logro de sus objetivos y metas.

En el ámbito meramente individual, es la capacidad para auto liderarse de manera efectiva, mostrando autenticidad, toma de decisiones proactivas y un claro enfoque en su propósito de vida.

La inteligencia emocional, (IE), se refiere a las capacidades y habilidades psicológicas que implican el entendimiento, y gestión de las emociones propias y ajenas. Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás.

Este concepto fue introducido por el psicólogo Howard Gardner en 1983. Fue en 1995 cuando el psicólogo Daniel Goleman, psicólogo,  producto de sus investigaciones derivó  en la publicación del libro que revolucionó el concepto de inteligencia, La inteligencia emocional, por qué es más importante que el cociente intelectual.

La inteligencia emocional se divide en dos formas elementales:

Inteligencia interpersonal: Implica entender y comprender las emociones de los demás y tener la habilidad de reaccionar según el estado anímico del otro.

Inteligencia intrapersonal: Implica entender y comprender las propias emociones, tenerlas en cuenta al tomar decisiones y ser capaz de regular las emociones según la situación.

La difusión de este concepto entre la población, especialmente en el ámbito empresarial, ha llevado a la aparición de seminarios, talleres y cursos relacionados con el aprendizaje de la inteligencia emocional; hasta el día de hoy, no hay herramientas que permitan medir la IE de las personas, como si se ha hecho con el cociente intelectual, (CI).

Las ventajas de la IE incluyen habilidades prácticas como la empatía, la motivación, la autoconciencia, la buena gestión de las emociones y el liderazgo. En resumen, la inteligencia emocional desempeña un papel central en el éxito o el fracaso de todo tipo de relaciones humanas, desde las sentimentales y familiares hasta los vínculos laborales.

Es por todo lo anterior, que ha tomado muchísima relevancia en los negocios, como factor clave del éxito, el desarrollo de la IE, incluso por encima del CI. Esto debido a que somos seres absolutamente emocionales que solemos racionalizar; sin embargo, ante cualquier decisión, del tipo que sea, prevalece siempre lo emocional sobre lo racional. Digamos que la razón justifica y la emoción decide. Entonces, el liderazgo exitoso siempre tendrá el componente clave del desarrollo de la IE.

Aptitudes fundamentales de la inteligencia emocional.

  1. Autoconciencia.
    1. La capacidad de interpretar y comprender las propias emociones, ser capaz, de reconocer su impacto en el rendimiento laboral, la relaciones, etc.
    2. Valoración rigurosa de uno mismo, llevar adelante una evaluación realista de nuestras fortalezas y limitaciones, dando especial importancia al desarrollo de las fortalezas.
    3. Confianza en uno mismo, un sentido fuerte y positivo de nuestra propia valía.
  2. Autogestión.
    1. Autocontrol, capacidad para gestionar las emociones e impulsos perturbadores.
    2. Fiabilidad, muestra sistemática de honestidad e integridad. Ética y moral intachables.
    3. Meticulosidad, capacidad de gestionarse a uno mismo y las responsabilidades derivadas.
    4. Adaptabilidad, la capacidad de amoldarse a las situaciones cambiantes y superar obstáculos.
    5. Orientación a logros, el anhelo de satisfacción de un criterio interno de excelencia.
    6. Iniciativa, Voluntad de aprovechar las oportunidades.
  3. Conciencia social.
    1. Empatía, habilidad de percibir las emociones de los otros, procurar entender por qué la otra persona dice y hace las cosas que dice y hace.
    2. Conciencia organizativa, interpretar las corrientes de la vida en la organización, crear buenas redes de toma de decisiones y respetar las políticas.
    3. Orientación al servicio, reconocer y satisfacer las necesidades de los clientes internos y externos.
  4. Habilidad social.
    1. Liderazgo visionario, tomar las riendas e inspirar con una visión convincente.
    2. Influencia, poder desplegar una serie de tácticas persuasivas.
    3. Desarrollar a los demás, es la propensión para fomentar las aptitudes de los demás por medio de la valoración y orientación.
    4. Comunicación, escuchar y enviar mensajes claros, escritos o verbales, convincentes y precisos.
    5. Catalizador del cambio, habilidad para lanzar las ideas nuevas y llevar a la gente en una dirección específica.
    6. Gestión de conflictos, saber suavizar las discrepancias y orquestar soluciones.
    7. Crear lazos, saber cultivar y mantener una red de relaciones.
    8. Trabajo colaborativo, (trabajo en equipo), fomentar la cooperación y crear equipos de trabajo.

Diferente al CI, que es eminentemente genético, lo que quiere decir que cambia poco desde la infancia, las aptitudes de la IE se aprenden a cualquier edad, sin embargo, como todo en la vida, requiere de compromiso y constancia, así como la preparación.

El liderazgo empresarial abarca una variedad de estilos diferentes, cada uno con su propio enfoque para guiar y gestionar un equipo u organización. Es claro que no es posible que un líder domine y/o al menos conozca todos los estilos de liderazgo existentes, pero si es relevante que se decante por uno predominante de acuerdo con sus fortalezas, valores, ética y moral, y que sepa usar otros ante circunstancias de la vida laboral.

Tipos de liderazgo.

Liderazgo visionario: Los líderes visionarios mantienen claros sus enfoques y son capaces de plantear objetivos comunes que lleven a la corporación por mejores rumbos. Son reconocidos por su ingenio para resolver situaciones adversas y suelen ser autocríticos y exigentes consigo mismos.

Liderazgo carismático: Estos líderes poseen una personalidad magnética y carismática que inspira a su equipo. Su habilidad para comunicarse y motivar es clave para lograr resultados positivos.

Liderazgo directivo: Los líderes directivos toman decisiones rápidas y claras. Son eficientes en la gestión de tareas y recursos, pero pueden ser percibidos como autoritarios.

Liderazgo de coaching: Se centran en el desarrollo individual de sus colaboradores. Brindan apoyo, orientación y retroalimentación para ayudar al crecimiento profesional.

Liderazgo democrático o participativo: Fomentan la toma de decisiones conjuntas y la participación del equipo. Buscan consenso y valoran la opinión de todos.

Liderazgo transformacional, (facilitador): Inspiradores y motivadores, estos líderes buscan el cambio y la mejora constante. Transforman la cultura organizacional y generan un alto compromiso en su equipo.

Liderazgo situacional: Se adaptan a diferentes escenarios y necesidades. Evalúan la situación y ajustan su enfoque según las circunstancias.

Liderazgo autocrático: Toman decisiones sin consultar al equipo. Aunque pueden ser eficientes en momentos de crisis, pueden generar descontento y falta de participación.

No existe un estilo de liderazgo único y universalmente efectivo que se aplique a todas las situaciones. En cambio, la efectividad del liderazgo depende del contexto, los objetivos y las personas involucradas. Sin embargo, algunos estilos de liderazgo han demostrado ser más efectivos en ciertas circunstancias:

Liderazgo transformacional, (facilitador).

Liderazgo situacional.

Liderazgo de coaching.

Liderazgo democrático o participativo.

Liderazgo visionario.

En última instancia, el estilo de liderazgo más efectivo varía según la situación y las personas involucradas. Los líderes exitosos a menudo combinan elementos de varios estilos y se adaptan según las circunstancias para lograr los mejores resultados.

La tendencia más fuerte dadas las circunstancias heredadas después de la covid 19, y porque se ha profundizado mucho en el estudio de lo tremendamente relevante que resulta ser la cultura organizativa en el logro o no de los planes estratégicos, objetivos y metas de las empresas; el liderazgo facilitador o transformacional es un tendencia fuerte y creciente, congruente con las nuevas realidades y necesidades de la gente y desde luego de las organizaciones. Lo confirmo con mi experiencia de usar principalmente este tipo de liderazgo, en poco más de cuatro décadas de gestión gerencial, junto con otros necesarios en su momento.

Atrévase a ser feliz.

El rol del asesor, (coach) en la vida buena.
Memento mori.