Blog, Cultura laboral

Liderazgo facilitador, comunicación. (parte 2 de 5)

Empatía.

Un buen líder facilitador siempre debe tener bien desarrollada la empatía, es base fundamental para poder ejercer una buena influencia en los demás, siendo un jefe a la antigua, de los que pretenden mantener siempre el control de lo que hace la gente, de tener la primera y la última palabra siempre, ese estilo antiguo de liderazgo genera obediencia, pero no compromiso.

¿Qué es la empatía?

Es una habilidad que toda persona debe desarrollar si desea relaciones sociales saludables. Hemos escuchado mucho que “empatía es ponerse en los zapatos de los demás”, yo le agrego, “con la claridad de que no son nuestros zapatos”. Es muy importante estar claros que ponerse en los zapatos no significa vivir con los zapatos del otro. No es asumir sus emociones ni sentimientos, es solo procurar entender lo que motiva a la otra persona a hacer lo que hace o dice, así podremos desarrollar una mejor comunicación con los demás.

La empatía facilita la disposición social, inhibe la agresividad y facilita el desarrollo moral de las personas. La empatía ayuda a reducir la agresividad y la susceptibilidad.

Algunos consejos para desarrollar la empatía.

  1. En un lugar público o en el sitio de trabajo, elige una persona e intenta adivinar su estado de ánimo, viendo la expresión facial, movimientos corporales y condiciones fisiológicas. Tratar de descifrar qué día ha tenido esa persona.
  2. Al conversar con alguien, trate de entender qué es lo que motiva a esa persona a decir las cosas que dice, ¿qué puede estar pensando? Escucha sin juzgar, (escucha activa), y trate de entender por qué lo dice.
  3. No niegues la emoción ni el sentimiento de las personas, más allá de eso, corrobóralo y acompáñalo.
  4. Elige un programa de TV que no le gusta, pero que sí les gusta a otras personas del entorno, (amigos, familiares, pareja, etc,), tratar de entender por qué le gusta a esa otra persona.
  5. Hacer una crítica efectiva a otra persona. En ocasiones es necesario hacer algún tipo de crítica al interlocutor, siempre procurar que sea lo más constructiva posible, no hacer sentir mal a la otra persona, para ello podemos hacer esto:
    • Siempre iniciar mencionando algún aspecto positivo de la persona con la que hablamos.
    • Luego decimos las cosas que se pueden mejorar.
    • Finalizamos con un aspecto positivo sobre su conducta.

La empatía colectiva, (empresarial).

Ya sabemos que los tiempos que corren son acelerados y que el nivel de estrés de las personas es extremo, sin que quiera decir que esto es correcto para un mejor desempeño laboral; por el enorme despliegue de las nuevas herramientas para uso no solo en lo laboral sino en la vida en general, producto del conocimiento y de la ayuda invaluable de la tecnología. También sabemos que el conocimiento está muy fragmentado, es menos probable que aparezcan los grandes descubrimientos fundados en una sola persona, sino que el conocimiento nuevo se genera de manera más frecuente en grupos, en colectivos, diferentes disciplinas unidas siendo creativas en la generación de nuevos conocimientos. Es por todo esto que la empatía se vuelve hoy más que antes, en una virtud a desarrollar por los líderes de las organizaciones y por cada uno en su vida laboral y personal, fuera del trabajo. Entonces la empatía no solo es una virtud a desarrollar en lo personal, sino que es posible que, por la buena empatía colectiva, que es la suma de los efectos de la empatía de cada individuo, en la empresa también podamos ser empáticos en lo colectivo, que lleguemos a tener una empresa empática, lo que daría una ventaja competitiva adicional y refuerza el foco en la gente de la empresa para desarrollar una ventaja competitiva más, sumamente poderosa.

En esta época de pandemia y de alta tecnología, y por el obligado trabajo virtual en muchísimos casos; también por otras causas como el crecimiento de las empresas, por el afán de siempre visualizar el crecimiento como generador de mayores ganancias para los socios, se han considerado y desplegado procedimientos que cada vez alejan más a la empresa del cliente, de ese ojalá generalizado foco de toda la organización de centrarse en el cliente prioritariamente, pero no de palabras adentro de la empresa, sino de realidades de cara al cliente. Cuando esto sucede, lo que está de faltante en las empresas es la empatía colectiva interna que lleva a una falta total de empatía con el cliente. De esto hay muchos ejemplos posibles, empresas que en su propuesta de valor y realidad ejecutada giraba alrededor del cliente y que luego por lo antes dicho, fueron tomando decisiones que fueron distanciando esa empatía original entre empresa-cliente para convertirse en lo que ya somos todos, dejamos de ser ciudadanos para convertirnos en consumidores. El foco en el liderazgo facilitador ayudará a ver esos grandes detalles adentro para no desenfocarse de lo realmente importante, en el cliente como persona y no como consumidor, no llevar al cliente al estrato de cosificación sino mantenerlo como el eje más importante de la empresa junto con la gente que labora en la empresa misma, eso es empatía colectiva, eso es liderazgo facilitador y claramente un apoyo más en buena comunicación interna y externa.

Atrévase-a-ser-feliz.com

Simplicidad, (felicidad gratis)
Los beneficios de ser feliz en la salud pública