Vida sana

La vida que yo quiero. Conceptos respecto de las preguntas 1, 2.

 La vida que yo quiero.

Conceptos respecto de las preguntas 1, 2.

Este es el artículo 2 de 4 sobre este tema que resulta ser clave para nuestra calidad de vida.

Las primeras dos preguntas de cinco planteadas en el primer artículo de esta serie.

  1. ¿Cómo defino esa vida que yo quiero?
  2. ¿Cuál es mi propósito de vida?

Con una mayor claridad sobre los conceptos, es posible obtener esas respuestas tan necesarias para tener una mayor claridad de consciencia de los pasos por dar para lograr esa vida que yo quiero.

  1. ¿Cómo defino esa vida que yo quiero?

Como todos los humanos somos diferentes, no es posible que existan recetas para definir la vida que yo quiero, pero si es posible y necesario conocer algunos conceptos y acciones probados y medidos rigurosamente que ayudan para ir en busca de esa vida que yo quiero.

Es pertinente y básico poder tener una vida digna, lo que significa acceder a alimentación, techo y afiliación. Sin esta base, esa vida que yo quiero podría ser una quimera sin sustento posible. Luego sí será de esperar y hacer lo necesario para llegar a tener reconocimiento y autorrealización.

Se ha divulgado y creído como un dogma, que tener éxito en la vida, (la vida que yo quiero), es poseer el prestigio que dan los títulos universitarios, los altos puestos ejecutivos en las organizaciones y desde luego los altos ingresos económicos, todo eso junto otorga poder en la sociedad del consumo; además de saciar temporalmente esa “necesidad” permanente de adquirir bienes materiales y sensaciones instantáneas; todo eso es muy válido, más nunca suficiente para la obtención una vida buena. Hay múltiples estudios que demuestran como la supuesta felicidad que otorga ese tipo de éxito, es muy pasajera, y pronto volvemos a sentir ese dejo de vacío y nuevas necesidades para buscar llenarlos nuevamente, puede ser una vida muy fútil y siempre en permanente  de más de lo mismo para llenar esa sensación de vacío.

Desde mi perspectiva, como todo en la vida cuando se trata de valoraciones internas del ser, el éxito en la vida es un concepto subjetivo y puede variar de persona a persona, el éxito puede ser visto desde diferentes perspectivas. Algunas personas pueden considerar que el éxito se trata de tener muchos recursos económicos, mientras que otras pueden pensar que el éxito está en cumplir con los dictados de su religión y asegurarse la recompensa en la vida del más allá.

Desde una mentalidad social, el éxito estaría en crear el mayor número posible de vínculos sociales, y ser valorado positivamente por el mayor número de personas.

Desde una mentalidad filantrópica, el éxito sería haber conseguido ayudar durante la vida al mayor número de personas posibles, lo que llamamos altruismo.

Desde una mentalidad espiritual, el éxito está en llegar a la paz mental. No importa que no tengas ni dinero, ni gloria, si consigues que tu mente esté por fin en paz.

Qué tal si esa vida que yo quiero pasa por una combinación de lo económico, lo social, lo espiritual, lo religioso. Que importe mucho más la salud, física, emocional y psicosocial, la familia, los amigos, los otros, la naturaleza; transcurrir por la vida con una mochila más liviana, disfrutar del ocio, buscar la paz mental, y sobre todo la felicidad que nos brinda el altruismo, la gratitud, la colaboración, el bien común.

En la antigua Grecia, el hedonismo fue un punto de desarrollo filosófico sobre la vida que yo quiero, hubo dos corrientes, hedonismo y eudaimónico; el hedonismo es el placer de los sentidos, por lo que es más un estímulo que provienen desde el exterior.

Es importante tener en cuenta que el hedonismo no se trata de cómo actuamos realmente, sino de cómo debemos actuar. En otras palabras, el hedonismo no justifica cualquier acción que produzca placer, sino que se enfoca en la búsqueda del placer de manera responsable y consciente.

Eudaimónico es un término que se refiere a la felicidad que se obtiene al vivir una vida plena y significativa. La eudaimonía es un concepto filosófico de la antigua Grecia que se enfoca en la autorrealización y el florecimiento humano. En contraste con la felicidad hedónica, que se enfoca en la búsqueda del placer y la evitación del dolor, la eudaimonía se enfoca en la realización de nuestro potencial y el sentido que le damos a a la vida.

Estas dos corrientes filosóficas tienen vigencia hoy en día, y son relevantes como opción de apoyo a la hora de plantear seriamente la vida que yo quiero.

  1. ¿Cuál es mi propósito de vida?

En mi libro, Habilidades para la vida buena, y en varios artículos que hay en mi página web, atrévase-a-ser-feliz.com, hay otros materiales que amplían sobre a este tema.

Responde a la pregunta ¿para qué estamos en la vida?, es ese motorcito interno que nos impulsa a levantarnos cada día para con la mejor versión de uno mismo, ir gestionando de la mejor manera posible ese día, acorde con el propósito trazado. Decía Nietzsche que quien tiene un para qué, fácilmente encontrará un cómo. Las metas nos dan dirección, el propósito nos da significado.

Siempre queremos y necesitamos orientación para estos temas que suelen ser complejos, aunque muy necesarios, por eso recurrimos a definiciones, las que puede haber muchas y de variadas formas y matices, una sencilla podría ser, tener una vida plena en todas las acciones de mi vida y ayudar a que los otros la tengan también.

Vida plena significa, una vida satisfactoria en todos los sentidos, en la salud física, emocional y psicosocial, destaca lo laboral y en los vínculos sociales sanos.

Atrévase a ser feliz.

La vida que yo quiero
La vida que yo quiero. Conceptos respecto de la pregunta 3.