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Como ser feliz mejorando la comunicación personal y laboral

comunicación personal y laboral

Si está buscando como ser feliz, la respuesta está en usted mismo. La felicidad es una decisión personal, no se le puede delegar a nadie, eso no será posible, así no funciona. Es absolutamente personal, no solo decidirse a gestionar lo necesario, que esa es la intención de estas publicaciones, ayudar en ese empeño; sino que va a requerir como casi todo en la vida, cuando se trata de cambiar algo interno, de mucha constancia, esfuerzo, convencimiento y sobre todo que sea parte de un propósito de vida. En esta ocasión le mostramos como mejorar la comunicación personal y laboral.

La comunicación personal y laboral tiene un rol preponderante en este accionar hacia como ser feliz, tiene mucho que ver con la forma en que nos comunicamos en nuestra vida privada y laboral, es por eso que es tan relevante revisar y si es necesario hacer algunos ajustes en la forma en que nos comunicamos diariamente con nuestro entorno. Es sabido que en lo laboral más de la mitad del tiempo lo dedicamos a resolver malos entendidos por malas comunicaciones, y eso es desgastante y hasta innecesario. Igual es en nuestro diario vivir, más allá de lo laboral.

Concepto de empatía.

La antecámara de la empatía es el contagio emocional, que es la capacidad de captar el estado emocional del otro y hacerlo nuestro, lo que refuerza una sensación agradable o desagradable. Esta es una capacidad cerebral por medio de las neuronas espejo, que son las que se activan al observar un estado perceptivo o emocional de otra persona.

Empatía es ponerse en los zapatos del otro para buscar entenderlo, sin pretender vivir lo que el otro está haciendo, empatía no es lo mismo que simpatía, ojo con estas confusiones, que pueden ser desagradables y no aconsejables; no se trata de vivir la situación del otro, sino de procurar entender para que haya una mejor comunicación personal y laboral y entendimiento en lo positivo. En ocasiones no podemos evitar lo que nos dicen o nos transmiten, pero sí podemos empezar por cambiar ese contagio, empezando por transmitir positivismo. Al haber una buena empatía, hay mayor facilidad para comprender los sentimientos de los demás, los pensamientos y emociones. La empatía facilita la disposición social, inhibe la agresividad y facilita el desarrollo moral de las personas. La empatía ayuda a reducir la agresividad y la susceptibilidad, y con esto, hay una mayor probabilidad de que no aparezcan actos agresivos. La educación en la empatía llevará a una mayor paz, una disminución de conflictos y actos beligerantes.

Es factor clave para que exista una buena comunicación, que haya un desarrollo de la empatía, esto se aprende, se desarrolla, hasta convertirlo en un modo de vida, y además tiene impacto en la familia y en la sociedad, porque se convierte en hábito, con el simple hecho de procurar entender al otro y enfocarse en lo positivo y no en lo negativo, este cambio si es de alto impacto. Sería maravilloso si a los niños se les empieza a educar desde pequeños a desarrollar este valor, sería de hecho, una vida mucho mejor la que enfrentaría ese niño cuando sea adulto.

Asertividad.

Se trata de expresar pensamientos, sentimientos, de forma honesta, directa y correcta, respetando los pensamientos y creencias de los otros, no se trata de un “pulso” para ganar una discusión eventual, no se trata de ganar, sino de manifestar mi forma de ver una determinada situación. Cuando este otro factor de comunicación es cultivado, se eleva el nivel de las discusiones, se fomenta la tolerancia y va prevaleciendo el respeto por la opinión y pensamientos de los demás, esto enriquece mucho el quehacer diario, y va dando paso al ambiente de respeto y de participación, nadie es poseedor de la verdad absoluta, sino que la gente puede emitir sus puntos de vista libremente, sin temores, esto es saludable para todos.

La asertividad se entrena, se fomenta en los diferentes foros, ya sean laborales o en la vida diaria, previamente se puede entrenar, al igual que el punto anterior, a fin de ir fomentando este tipo de comunicación y focos en las discusiones. Los mensajes verbales y no verbales van calando en la gente, hasta convertirse en hábitos de vida, sobre todo con los niños, ellos aprenden por imitación de lo que ven de los padres y adultos de referencia, no por lo que les digan, por eso el asertividad es tan relevante, sobre todo cultivarla en el seno de la familia o de la empresa, crea confianza y respeto.

La colaboración.

Es parte intrínseca del ser humano, el proceso evolutivo ha hecho que seamos seres con un alto enfoque en el altruismo, la colaboración, la generosidad, siempre hemos sido seres de vivencia en colectivos, todo empezó por las tribus, y esto generó que la colaboración sea tan natural al ser humano. Los enfoques de culturas bancarizadas nos han confundido, y nos hemos querido comportar con un gran enfoque individualista y de solo generar recursos para consumir y competir, y esto nos ha llevado a ver a los demás como competencia y hasta enemigos, todo por el asunto del poder. Pero lo natural es que seamos colaborativos, trabajo en equipos, se dice fácil, pero precisamente por esa cultura individualista y bastante negativa, es de las acciones más complejas de lograr en la vida diaria y en una organización laboral, el trabajo colaborativo.

La gratitud.

Al igual que los puntos anteriores, es consustancial al ser humano, sin embargo, es una buena práctica que se ha dejado de lado por la misma razón cultural y confusión que la sociedad nos ha impuesto. Ser agradecido no es común, y menos en las organizaciones, se da por sentado que, si la gente colabora en ayudarle a resolver o encontrar una mejor manera de hacer algo, es obligación hacerlo y normalmente no se agradece el gesto, va muy ligado a la colaboración. Ser agradecido y manifestarlo de corazón, genera no solo buenas relaciones, mejora el clima familiar y laboral, sino que hay sensaciones de bienestar personal al hacerlo de manera honesta y sentida. Es un gran soporte transformador cuando se practica el agradecimiento en todos los ámbitos de la vida, se crean lazos más sólidos entre la gente y una mayor disposición a colaborar.

La escucha activa.

Es parte esencial de una buena comunicación, aprender a escuchar sin interrumpir, con la única intención de comprender. Es prudente practicar lo que dice el hábito 5 del libro de Stephen R Covey, los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, “primero entender para luego ser entendido”. Cuando una persona habla, lo escuchamos en uno de estos cuatro niveles: 1. Podemos estar ignorándolo, no escuchar en absoluto, aunque parezca que si lo hacemos. 2. Podemos fingir que escuchamos, “si, ya correcto”. 3. Escucha selectiva, oyendo solo ciertas partes de la conversación y 4. Brindar toda la atención, escucha atenta y centrando toda la energía en las palabras que pronuncia el interlocutor.

La escucha activa es parte importante del proceso efectivo de comunicación, al igual que otras formas de conducta, se aprende con la práctica, y sobre todo con el ejemplo, como lo mencionamos anteriormente, por contagio emocional del proceder de los de que tienen influencia directa.

Normalmente no escuchamos, sino que estamos prestos a dar nuestra respuesta apenas iniciada la conversación, interrumpimos constantemente dando nuestra receta de vida, como si fuera así de fácil; fomentar la escucha activa evitará malos entendidos y generaría gratitud y confianza en los demás, por el simple hecho de escuchar sin interrumpir.

La felicidad está compuesta de detalles, y cultivar una buena comunicación personal y laboral es un paso gigante en esa búsqueda de una mejor calidad de vida, de una mayor felicidad. Nosotros podemos ayudarle, contáctenos.

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