¿Qué es la felicidad? Es un sentimiento, o una emoción, o un estado de ánimo, o un estado mental, o algo por el estilo. Sea como fuere que la definamos, resulta sumamente difícil negar que es algo producido por el cerebro; y para entenderla mejor primero hay que saber cómo funciona el cerebro.

La memoria y sobre cómo funciona el cerebro

“El cerebro es quizá el órgano más poderoso del universo”, Facundo Manes, neurocientífico Argentino. Está compuesto por dos hemisferios y el cuerpo calloso que los une. Tiene una superficie aproximada de 2 m2, dado la preponderancia de su función, es el único órgano del cuerpo que está protegido por una bóveda ósea llamada la cavidad craneal. Tiene alrededor de 100 billones de neuronas que lo componen.

 Una de las funciones por mucho, más relevantes del cerebro es la memoria, sin ella no seríamos lo que somos en realidad.

La memoria es la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. La memoria es la que nos permite recordar hechos, ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y todo tipo de estímulos que ocurren y/o ocurrieron en el pasado. Es una de las funciones humanas más estudiadas por la psicología.

Según el científico astrónomo, Carl Sagan, el cerebro  tiene la capacidad de almacenar una cantidad de información equivalente a diez billones de páginas de una enciclopedia.

Las actividades diarias como caminar, hablar, leer, trabajar, conducir el carro…etc, han requerido de un aprendizaje previo, que sin la facultad de la memoria, no se podría realizar de la forma en que lo hacemos. Es una función básica e imprescindible en la vida, dado  que está presente en todas las actividades que realizamos a diario.

No existe un sitio específico donde reside la memoria en el cerebro, todas las funciones cerebrales se producen  en redes, intervienen diferentes partes del cerebro en estas redes. Hay diferentes tipos de memoria, situados en diferentes sitios del cerebro como la corteza prefrontal, el lóbulo temporal, el hipocampo, el cerebelo, la amígdala, ganglios basales, entre otros.

El proceso de memorizar tiene tres facetas, poner atención al hecho que queremos memorizar, consolidarlo en la memoria de largo plazo, luego evocarlo para usar lo memorizado. Si no hay atención, no queda nada en la memoria.

Hay quienes comparan la memoria con los ordenadores, pero no operan igual, la memoria cuando se recupera, dependiendo de la razón para ello, puede cambiar los recuerdos originales. En el ordenador, cada vez que recupere el archivo, si no ha cambiado nada, siempre será el mismo archivo. Los recuerdos pueden verse influidos por otros recuerdos, por la interpretación de lo sucedido, por la creatividad, la capacidad de invención,….etc. También se pueden modificar los recuerdos para que cuadren con las expectativas, lo que al evocarlos, sufrirán cambios provocados por esas expectativas de la evocación.

La memoria sensorial, registra los estímulos sensoriales percibidos por medio de los sentidos y de reconocer de manera superficial los estímulos percibidos. Es un sistema transitorio, de muy corta duración, por este sistema somos capaces de reconocer los sonidos que se escuchan, los detalles de las imágenes que vemos, por ejemplo.

La memoria de corta duración, se subdivide en dos sistemas, la memoria de corto plazo y la memoria operativa o de trabajo.

Memoria de corto plazo, de almacenamiento pasivo, retiene información por varios períodos breves de tiempo, por esta memoria podemos recordar un número de teléfono por unos segundos y luego se olvida. Para recordar los hechos de esta memoria de manera permanente, debe repasarse hasta que se instale en la memoria de largo plazo, donde permanecerá.

Memoria de trabajo, sistema de memoria activo, mantiene la información de manera temporal durante la organización y ejecución de una tarea. Permite retener y manipular la información necesaria para poder realizar las tareas requeridas; por este tipo de memoria podemos comprender, razonar, retener información, adquirir nuevos conocimientos, resolver problema, supervisar, planificar, tomar decisiones, entre otros. Está relacionada con la memoria de largo plazo, la que proporciona la información necesaria para la realización de las tareas.

La memoria de largo plazo, almacena los recuerdos, el conocimiento, las imágenes vistas, conceptos aprendidos, se subdivide en dos tipos de memoria, la declarativa o explicita y la procedimental o implícita.

Declarativa o explicita, autobiográfica, almacena las propias experiencias, lo que sucede de manera personal, si un amigo le pregunta ¿qué hizo el fin de semana? Y le cuenta lo que hizo, está usando este tipo de memoria, lo que te paso a título personal. También es la que almacena el conocimiento que se adquiere sobre el mundo, el conocimiento general, es cuando se  reconoce una manzana, una camisa, etc, es cuando se es capaz de asociar palabras, símbolos y conceptos, reconocer la capital del país, el nombre del presidente.

Procedimental o implícita, almacena información sobre habilidades o destrezas adquiridas. Una vez adquirida una habilidad y se consolida en la memoria procedimental, luego se ejecuta esta habilidad de manera inconsciente, automática.

Se almacenan, habilidades motoras, como montar a caballo, usar la bicicleta, conducir el automóvil; las cognitivas como el cálculo mental, hábitos como cepillarse los dientes, emociones, etc.

En general, se guarda en la memoria  aquello que tuvo impacto emocional, positivo o negativo, y sobre todo por el grado de atención puesto al hecho ocurrido. Normalmente todo tiende a olvidarse de muchas cosas del día a día, es una condición del cerebro.

Gracias a la memoria es que damos sentido al mundo que nos rodea, recordar experiencias, planificar el futuro, realizar todas las tareas cotidianas que dan sentido a la vida.

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