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Cómo la gratitud nos ayuda a ser felices

La gratitud no solo es una gran virtud, sino que es la madre de todas las virtudes.

(Cicerón (106 a.C – 43 a.C).

Ser agradecido en los tiempos que corren, pareciera no estar de moda, y esta forma de llevar la vida nos vuelve tacaños, incapaces de reconocer que nuestros logros, sin importar el tamaño, en gran medida, son posibles por la colaboración y el apoyo de los otros. En lo laboral, damos los hechos por sentados; es como si fuera una obligación de la gente cuando nos dan consejos, ayudas, empujoncitos, apoyos, escucha, etc.

Esta nota tiene una connotación desde la perspectiva laboral, que es donde pasamos la mayor parte del día, sin embargo, lo escrito es válido para la vida en general.

La gratitud es consustancial al ser humano; sin embargo, estos cambios de formas de vida, el no ser agradecidos, se han adoptado desde hace varias décadas, de manera más visible, por ese individualismo al extremo en que ahora vivimos.

La gratitud de alguna manera va creando cambios culturales en la sociedad, va excluyendo el dar las gracias de manera verdadera y sentida como algo nacido de lo más profundo de nuestro ser y se mira como un hecho innecesario, especialmente, en las organizaciones, donde su cultura laboral no tiene incorporada esta gran virtud como parte de su ADN. A continuación, se brindan los principales aportes de la gratitud en el trabajo:

  • La gratitud mejora nuestro humor, lo que aumenta nuestra productividad, determinación y entusiasmo en nuestras labores. Un equipo agradecido funcionará mejor.
  • La gratitud nos permite ver las cosas desde una perspectiva positiva, porque no caemos en un ciclo de negatividad con tanta facilidad. Cuando expresamos gratitud y cultivamos un carácter agradecido, nos centraremos en los aspectos positivos de nuestras vidas.
  • Agradecer a los demás hace que tengamos más empatía con el otro, que seamos más compasivos y podamos ponernos en el lugar del otro.
  • Una actitud de gratitud nos ayuda a darle reconocimiento a los otros. La persona agradecida no tiene que competir constantemente, por lo que le será más fácil reconocer los logros de los demás. Asimismo, esta persona podrá participar mejor en el equipo e involucrarse más en la organización.
  • La persona agradecida tiene mayor bienestar emocional y tendrá mejor desempeño en el trabajo.
  • Una actitud de gratitud influye en la felicidad, y viceversa. Esta actitud no depende de la edad, raza o sexo de la persona.

Establecer una cultura de agradecimiento siempre incentiva al grupo a participar en ella.  Cuando todo el equipo es agradecido con los otros, mejorará el ambiente laboral y aumentará la productividad. La gratitud es el alma de una empresa y, en la medida que todos sus trabajadores estén en esa sintonía, las cosas fluirán más rápidamente a través de la buena comunicación y el trabajo en equipo. Estar agradecido con su trabajo significa que la gente sentirá orgullo, gozo e inspiración hacia lo que hace y hacia la organización a la que pertenece. Para establecer esa cultura de agradecimiento, se deben seguir estos consejos:

  • Empieza agradeciendo. Todo cambio empieza con una persona.
  • Incentiva a las personas a agradecerles a otros. Podemos empezar un diario de gratitud o un muro de gratitud en el trabajo. Así todo el equipo tendrá la oportunidad de participar y de agradecer a personas específicas.
  • Agradece también en tiempos de crisis. Cultivar un carácter agradecido en todo momento beneficiará al equipo entero.

Estar agradecidos depende mucho más de la actitud de las personas que conforman una empresa que de las circunstancias; sin embargo, desde Bienestar Humano (RR. HH.), se debe trabajar en comunicar la misión, visión y valores empresariales, al igual que resaltar la historia de la empresa. Ese tipo de acciones fomentan el sentido de apropiación y siempre será de utilidad en la campaña comunicacional. Movilizar a nuestros colaboradores hacia el sentido de su trabajo, así como conocer y vivir plenamente la misión, visión y valores, sin duda, es una estrategia adecuada y necesaria de comunicación interna. Y es que cuando encontramos el sentido no podemos dejar de sentirnos orgullosos, comprometidos y agradecidos. Es muy positivo para la persona y la empresa ser parte de esa cadena de agradecimientos; siempre hay mucho que valorar y agradecer.

El cambio es una constante en estos tiempos que vivimos, cambia, todo cambia; producto de tantísima información y posible conocimiento que hay a nuestra disposición. Tenemos la opción de avanzar en el conocimiento de nuestro interior; desarrollar ese autoconocimiento como nunca; procurar hacer de nuestros trabajos sitios que realmente nos ayuden a lograr una vida buena, una vida más feliz; o seguir como hasta ahora, con el exceso de información disponible, super estresados por esa búsqueda incesante de placeres instantáneos, de seguir viviendo la vida como si lo más importante fuera solo trabajar. Una de las maneras más sencillas de cambiar es practicando el agradecimiento.

 En la cotidianeidad de la vida, hay varias formas sencillas y muy útiles de cambiar hacia una mayor cultura de gratitud, la primera es ir fortaleciendo esa virtud de agradecer, es crear un diario de gratitud, todos los días al final del día, de manera muy sucinta, escribir en ese diario, hechos que sucedieron en el día por los cuales estar agradecido, si lo hacemos cada día, o aunque sea cada semana, seremos más felices y optimistas y tendremos más posibilidades de cumplir nuestros sueños. Siempre hay algo nuevo que valorar, no importa si se repiten los agradecimientos, siempre podemos verlos con ojos nuevos si los visualizamos y disfrutamos. En cualquier situación siempre hay algo por lo cual agradecer, aunque solo sea porque el día por fin se terminó. La segunda es celebrar los triunfos, no importa el tamaño que tengan o lo mundanos que puedan parecer. Dedicar un tiempo a reflexionar sobre algo significativo en lo que avanzamos o mejoramos durante el día, seremos más productivos, creativos y tendremos una mayor satisfacción por lo hecho. Tercero, escribir una carta de agradecimiento, siempre hay alguien al que le debemos una expresión de real gratitud por algo que nos hizo o sigue haciendo, y que nos ha ayudado decididamente en nuestra vida.

Escríbala de puño y letra, dígale las razones por las cuales le expresa su mas profunda gratitud, ya sea un amigo, hermano, pareja, papás, su jefe, o familiar.

Lo deseable es que no le envíe la carta, invite a esa persona a tomar un café, y léale la carta; si no puede hacerlo cara a cara, envíela por medios electrónicos, los resultados serán siempre muy buenos, ya que es la máxima expresión de gratitud que podemos hacer, este hecho genera unos sentimientos de felicidad y paz tan intensos y duraderos, que hasta resulta sorprendente como una acción tan simple y hasta olvidada puede generar un impacto tan fuerte y duradero en las personas, tanto en el que da la carta como en el que la recibe.

Termino con estas preguntas del Dr. Shahar, de su libro, Más felices, (2022). << ¿Y si los colegios, como parte de su currículo, introdujeran la práctica de una carta de agradecimiento? ¿Y si los directivos o CEO y gerentes de una empresa, para predicar con el ejemplo, expresaran su agradecimiento a sus colegas y clientes? El mundo sería un lugar mejor, más amable, más feliz y sano.>>

Atrévase a ser feliz.

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