Hay tres factores que influyen en la gestión de la felicidad. Primero que nada y antes de todo, si es una gestión personal, es una elección de vida, como tantas que tomamos diariamente. O como cuando elegimos qué estudiar, o qué comer o hacer ejercicio; a ese nivel de decisión.
La herencia es un factor grande que influye mucho. Herencia cultural, genética, pero no es cierto que por genética estamos condenados a lo que venga en los genes, no es así, salvo en asuntos de deformaciones propias de los genes, por ejemplo la alteración numérica de los cromosomas que provoca el síndrome de Down, entre otras enfermedades. Pero por lo demás es modificable, se llama epigenetica, y son cambios posibles en la activación genética a través de las experiencias y decisiones de vida, para bien o para no tan bien.
Otra parte muy relevante en los efectos para lograr la felicidad de vida, es el medio externo, el país en que vives, el barrio o vecindario, el sitio donde trabajas, la familia, la pareja con la que vives, todo influye y es parte de nuestro paquete de opciones y decisiones. Y lo último que pesa muchísimo es a lo interno, mi actitud ante la vida, las situaciones no son las que crean los problemas, sino lo que interpretamos de la situación. Tomar control de nuestra vida, ser consciente de nuestras respuestas cotidianas. La gran mayoría, pero por mucho, la felicidad sigue siendo una decisión personal, lo externo, lo interno, todo es posible que esté bajo nuestro control.
Hay buenas noticias, estamos descubriendo que hay vida antes de la muerte. ¿Te atreves a ser feliz? Es tu decisión. Pregúntame, haré lo posible por ayudar.
Ser feliz ha sido una meta del ser humano. Mencio filósofo y seguidor de Confucio hace 2300 años hablaba de hacer buenas obras como medio para ser feliz. Aristóteles 350 AC decía que es fin y bien supremo al que aspiran los humanos. Hoy llegamos a la psicología positiva, conocida como la ciencia de la felicidad, concepto desarrollado por Seligman y Mihaly, usando método científico estudiaron como factores endógenos o aspectos saludables tales como emociones positivas como alegría o sentimientos como el amor, fortalezas y virtudes como optimismo, creatividad, gratitud, bondad o empatía pueden llevar al ser humano a ser feliz.
